Hay que volver a los blogs, hay que volver a escribir. Ya no desde la inmediatez sino desde el yo y con la profundidad que los embriaga.
Así los veo, a los blogs, como un artilugio filosófico que nos permite expresarnos, impregnando todo de nuestros valores, intereses y hasta prejuicios.
Hay que volver a los blogs, hay que acercar a la gente con los temas que nos interesan y que podemos compartir con un lenguaje sencillo que invite a la conversación pensada y profunda.
Hay que volver a los blogs para contar historias, para nutrirse y dejar comentarios que quedan guardados en el tiempo y que, mucha veces, son mejores que el post que los originó.
Hay que volver a los blogs, ir más allá de la información, el marketing y la rapidez… Hay que compartir experiencias y emociones.
Hay que volver a los blogs…