El Servicio Social, el Trabajo Comunitario o como lo quieran llamar es un acto que debe ser voluntario, su belleza, solidaridad, eficiencia y efectividad debe venir del sentir del individuo.
Ya nosotros tenemos bastante con ir a trabajar todos los días para mantenernos a nosotros mismos y a la familia y con distribuir nuestro tiempo libre para dedicárselo a nuestros padres, hijos o nietos para que además venga el Estado y nos confisque no solo horas laborales o académicas, sino tiempo libre que nos pertenece a nosotros y a nuestras familias.
El que se trabaje en pro de uno mismo y de la familia también mejora nuestra sociedad, un individuo responsable de si mismo y una familia bien constituida es lo que indica si una sociedad es sana o no, así que deberían empezar por ahí antes de obligarnos a trabajar para otros.
El trabajo social siempre se ha hecho, y las personas que lo realizan son gente con mística de trabajo, que donan su tiempo y su esfuerzo para ayudar a otros y para mejorar nuestro país. Al imponernos esa actividad, se deja de lado lo más importante, el amor y las ganas de hacer las cosas bien, los sistemas sociales se construyen no se imponen. Si el Estado no ha sido capaz de convencernos mucho menos lo hará obligándonos.
La solidaridad, el amor al prójimo, la enseñanza, son cosas que nacen de vocación, de la voluntad y de la idea de realización que tenga cada individuo, pero nuestro Estado, quiere obligar a sus ciudadanos de 15 a 50 años a realizar trabajo social 5 horas como mínimo al mes, sin importar que sea horario laboral o académico. Además puede que el Estado nos envíe a otro país que nos necesite más, así que si alguno de nuestros vecinos o aliados sufre una catástrofe para allá seremos mandados sin importar si tenemos familia o si tenemos miedo… hay que cumplir con la patria (de otro)… también los que se gradúen de TSU o de la Universidad tendrán que trabajar un año para el Estado, será remunerado pero de igual forma se está vejando el derecho a desempeñar nuestra profesión en el mercado laboral que queramos.
En parte me da algo de risa, porque la mayoría de las actividades que desempeñaremos en el trabajo social son actividades que debería realizar el Estado y dónde últimamente éste ha sido ineficiente… ¿será qué, cómo no pudo con eso, quiere ver si nosotros somos capaces?.
De todas formas, se nos está violando nuestra voluntad, como me decía una de mis más queridas amigas, «La libertad se nos está poniendo chiquitiiiiiica».
Aquí la Ley del Servicio Social Integral que fue aprobada el 13 de diciembre en la Asamblea Nacional y está lista para el ejecútese.
Voluntad,Obligación,Ley del Servicio Social Integral
Voluntad,Obligación,Ley del Servicio Social Integral
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